Al flamante asfaltado de la calle Diego Carrizo de Frites en Fiambalá desde hace días se le suma un verdadero y eterno problema, los desbordes de agua de riego. El malhumor de los vecinos del centro de Fiambalá se comienza a hacer sentir dado que consideran “el agua constante por la calle recientemente asfaltada lo va terminar dañando. Costó muchos años de espera la concreción de esta obra y debemos cuidar. Pero el agua de riego lo inunda todos los días, formándose verdaderas lagunas en sectores bajos alrededor de la plaza de Fiambalá. Sectores como el de la escuela 224 el agua está empozada todo el tiempo. Con todo lo que ello significa al ingreso o salida de alumnos y maestros a la escuela. Alguien deberá ver este asunto y tratar de controlar” manifiestan los vecinos sobre un asunto que por lo visto no tiene solución.