Si hay un destino que se consolidó a nivel turístico en Catamarca en los últimos tiempos como el más requerido y que rompe con la estacionalidad es Fiambalá. Esta localidad de más de 4.600 habitantes y ubicada dentro del departamento Tinogasta hoy tiene un promedio anual que supera el 80% de ocupación de sus plazas y las cifras respecto al turismo van en constante ascenso año a año.

Además de las mundialmente conocidas Termas de Fiambalá, sus dunas, los elevados volcanes que conforman los seismiles (superan los 6.000 msnm), su conexión con Chile a través del Paso San Francisco, la ruta del adobe y del vino conforman un cúmulo de opciones atractivas para los turistas. Sin embargo, operadores turísticos del sector privado señalan que para aprovechar todo el potencial de Fiambalá habrá que dar un giro sustancial para convertir al turismo en la zona en una real política de Estado.

“Fiambalá recibe gente todo el año. La ocupación promedio anual supera el 80%. Actualmente tenemos 1.400 plazas y estamos en crecimiento” señaló a EL ANCASTI Carlos Lilljedahl, director de Turismo de Fiambalá. Este año la cantidad de plazas podrían ser 100 más, por diferentes proyectos que se están ejecutando. Para ello, el municipio también está construyendo hosterías en Medanitos (a 22km. de Fiambalá) y Las Papas (cerca de 90 km. al norte).

A pesar de que hay variedad en cuanto a comodidades en alojamiento aún está lejos de la infraestructura de, por ejemplo, las Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. En Las Termas de Fiambalá escasean los lugares para hospedarse. Actualmente hay 2 cabañas con capacidad para 5 personas cada una y un bloque de dormis con 4 habitaciones para 4 personas cada una, es decir un total de 26 plazas. Si alguien quiere pasar sus días allí debe anotarse con tiempo: hasta julio ya está todo reservado.

En crecimiento

“El turismo está en pleno crecimiento, estamos superando los números de 2017 y los de 2017 superaron los de 2016. Invitamos a todo el sector privado a invertir en turismo porque falta infraestructura” admitió Lilljedahl. El municipio fiambalense busca acompañar este ascenso mediante la creación y apoyo a eventos culturales, turísticos, deportivos o masivos como el Dakar (que desde 2009 lanzó a la fama a Fiambalá a nivel mundial) o el Desert Trail, entre otros. En cuanto a los servicios, hoy Fiambalá no tiene red cloacal y en muchos sectores tampoco se cuenta con señal de telefonía celular, un punto a mejorar.

Fiambalá sigue siendo económica en comparación con otros destinos del país. Una pareja puede cenar con vino incluido por $450 o $500. Sin embargo no abundan las opciones y cuando hay gran afluencia turística flaquean y generan quejas de los visitantes. Algo así sucedió en Semana Santa cuando ingresaron 6.400 personas. La entrada a las termas cuesta $150 por persona, similar a una entrada de cine.

La falta de infraestructura

Para Víctor Ahumada, presidente de la Cámara de Turismo, el departamento Tinogasta es el más completo de la provincia. “Tenemos lugares de ensueño que no hay en ningún lado, pero falta infraestructura para albergar a más gente y también mayores comodidades. Es hora de que todos los actores pensemos fuertemente en diagramar y mejorar Fiambalá y Tinogasta” remarcó. Para el empresario, hay que dejar de lado la “humildad” del lugar para que se instalen más hoteles, restaurantes, haya más servicios y agencias de viajes. “Semana Santa nos marcó una bisagra. No podemos seguir así. Todos juntos tenemos que involucrarnos para aprovechar esta oportunidad. El Estado tiene que alentar la inversión allí, que no haya tantas exigencias que impiden las inversiones y además darle prioridad a los catamarqueños” indicó.

Para Ahumada, hay que cambiar la mentalidad y empezar a darle utilidad a los ingresos por turismo a través del desarrollo de la localidad, porque la “invasión” de turistas continuará. “Necesitamos que haya una política de Estado en serio que fomente la inversión y ayude a los privados, pero no solo como un lema electoralista” manifestó. Así propuso la llegada de líneas aéreas, de mayor fluidez de servicios de colectivo. “Turísticamente Fiambalá es un emporio” puntualizó.

Por su lado, Antonieta Cattaruzza, presidenta de la Asociación de Hoteles, Bares, Confiterías, Restaurantes y Afines de la provincia, advirtió que el crecimiento de Fiambalá es sistemático desde hace años. “Con el Dakar se inició un proceso que no para y es impresionante” manifestó. Reveló que hay grandes empresarios interesados en invertir en la localidad. Igualmente consideró que “la infraestructura interna debería ser mucho mejor, porque hay que fortalecer los servicios”. “El Estado debe apoyar porque para un pequeño inversionista es imposible obtener créditos dado que los bancos y el Consejo Federal de Inversiones tienen exigencias imposibles de cumplir” lamentó.

PANORAMA

– “El turismo está en pleno crecimiento, estamos superando los números de 2017 y los de 2017 superaron los de 2016. Invitamos a todo el sector privado a invertir en turismo porque falta infraestructura”.
Carlos Lilljedahl, director de Turismo de Fiambalá

– “Semana Santa nos marcó una bisagra. No podemos seguir así. Todos juntos tenemos que involucrarnos para aprovechar esta oportunidad. El Estado tiene que alentar la inversión allí, que no haya tantas exigencias que impiden las inversiones y además darle prioridad a los catamarqueños. Turísticamente Fiambalá es un emporio”.
Víctor Ahumada, presidente de la Cámara de Turismo

– “Con el Dakar se inició un proceso que no para y es impresionante. La infraestructura interna debería ser mucho mejor, hay que fortalecer los servicios.
El Estado debe apoyar porque para un pequeño inversionista es imposible obtener créditos de los bancos y el CFI tienen exigencias imposibles”.
Antonieta Cattaruzza, presidenta de la Asociación de Hoteles, Bares, Confiterías, Restaurantes y Afines.