Lleno de turistas, artesanos en box y carpas confortables fue la imagen que dejó una jornada plagada de actividades donde incluyó concursos de las empanadas más ricas y el locro mejor logrado que incluyó premios de dinero.
Mientras desde un escenario diversos grupos animaron la tarde.
Se sumaron grupos de danzas folclóricas y aeróbicas que la gente aprobó.
Mientras en otro sector los gauchos jugaron a la sortija e invitaron al público a sumarse a las actividades ecuestres.
Desde otro sector el juego de la taba concentró a muchos habitues a el tradicional juego folclórico, como también aquellos visitantes que querían aprender y apostar.
El clima acompañó con una tarde nublado con más de veinte grados y vientos en calma. Una tarde donde los artesanos llegados del Norte de Fiambalá y los locales vendieron todos sus productos. Muchos se vieron obligados a tener que reforzar sus stand ante las ventas que lograban.
Quedó demostrado que en la actual Fiambalá, muchos ya eligen vivir de los beneficios que reparte el turismo.
Los Box para artesanos y las confortables carpas dieron un toque distinto y llamativo que lo pone a la altura de las grandes ferias del país.